sábado, 9 de noviembre de 2019

Efemérides del 9 de noviembre

noviembre 09, 2019 Por ancilo59 Comentarios

Hoy 9 de Noviembre de 1989 cae el muro de Berlín. Alemania se ha convertido en la líder de Europa.

La caída del Muro de Berlín 

El premio Nobel de Literatura Günther Grass dijo en 1990, justo después de la caída del muro de Berlín, que Alemania no merecía reunificarse ya que su división era el precio que debía pagar “por Auschwitz”. 





La Segunda Guerra Mundial y en concreto el Holocausto han perseguido al estado alemán y a los alemanes desde 1945 impidiendo cualquier normalidad en sus relaciones con sus vecinos europeos y con el resto del mundo.

Siempre ha existido recelo hacia cualquier demostración de fuerza alemana, y los propios alemanes han sido reacios a sacar músculo precisamente por no reavivar viejos miedos. Sin embargo, la crisis económica que asola el mundo desde 2008, y que en los últimos meses está poniendo en peligro al Euro y a la UE, ha obligado a que Alemania haga esa demostración de poder, a pesar de sí misma.

Después de años de lenta construcción institucional y del sorprendente paso hacia atrás que supuso el rechazo de la Constitución Europea, la UE está siendo liderada y controlada por sus dos estados más fuertes tanto en lo económico, como en lo demográfico y político: el llamado eje franco-alemán.


Esta alianza estratégica comenzó en época del general de Gaulle, que lideraba una pareja de estados que unían el prestigio y capacidad política de Francia con la impresionante capacidad económica de una Alemania dividida y sin soberanía política, pero impaciente por ser integrada en Occidente.


Muchos años después esa alianza se mantiene en pie, aunque la correlación de fuerzas se ha invertido. Alemania ya no es un estado que necesita tutela de otras potencias, ni Francia es ya la nación hegemónica de una Unión Europea que ha crecido hacia el este, lugar de influencia natural alemana. Sin embargo el eje franco-alemán ha seguido funcionando contra viento y marea, como por ejemplo cuando protagonizó la oposición a la invasión de Irak en 2003.

Pero la crisis económica ha puesto fin a esta igualdad ficticia. Francia es más débil económicamente de lo que aparenta, como ha demostrado los sustos provocados por las agencias de calificación y su debilidad financiera vinculada a la crisis griega, y Alemania es más fuerte e importante de lo que le gustaría reconocer a ella misma y, sobre todo, a sus vecinos.

El pasado sigue siendo un freno importante que ha impedido que la canciller Angela Merkel haya podido desplegar la autoridad que da una economía saneada, en crecimiento y que prácticamente es la única que mantiene vivo al Euro frente a los ataques despiadados de los ‘mercados’ y a los intereses de EEUU, que está deseando el fin de la moneda única europea para que el Dólar vuelva a reinar en el mundo.

Alemania toma las riendas


Alemania ha tomado las riendas de su destino y del de Europa. Por ejemplo, con la decisión de aumentar el fondo de rescate hasta superar el billón de euros, a pesar de la creciente oposición interna de los alemanes de “financiar” los agujeros económicos de los demás países, y de obligar a los bancos a refinanciarse, a pesar de la fuerte resistencia de colosos financieros como el Deutsche Bank y el Grupo Santander.

Esta medida ha sido interpretada por los medios de comunicación europeos como el primer paso hacia el control alemán de Europa. Incluso se llegó a señalar la votación en el Bundestag, que las aprobó poco antes de hacerlo la UE, como la prueba de que Europa se gobierna en Berlín y no en Bruselas.

Esa percepción se acentuó aún más después de que el Tribunal Constitucional alemán declarase nula esa votación unos días después, destacando que ese tribunal "deja en el aire" el futuro de Europa.

El tono con el que se da esta noticia es contradictorio: por un lado se celebra mientras que a la vez se recela de ese liderazgo utilizando tópicos que tienen su origen en los fantasmas del pasado.

Los alemanes son conscientes de que su liderazgo no es popular y que incluso puede ser un lastre para sus relaciones con sus vecinos. Tampoco tienen claro que moralmente Alemania esté capacitada para este liderazgo menos de 70 años después de la Segunda Guerra Mundial.

Pero la crisis ha demostrado que una Europa excesivamente burocratizada y dependiente de los intereses de todos y cada uno de los estados miembros, no es operativa. A falta de que Bruselas pueda decidir e imponer sus decisiones, lo hace Berlín. Ahora la pregunta es si este liderazgo será temporal, o si en cambio ha comenzado una nueva época en Europa.




¡Gracias por leerme!

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