Haciendo un guiño al pasado y tomando como punto de partida el siglo XIX, Two Art Gallery (Murcia) repasa a través de más de treinta obras de veintidós creadores cómo en diferentes épocas los artistas se han enfrentado a la figura de la mujer, centrándose en el tema del retrato como principal medio de acercamiento, mostrando al mismo tiempo no solo la evolución de esta sino también de la propia pintura con un variada representación de diferentes periodos hasta llegar a la actualidad. Hasta el 11 de enero

La imagen de la mujer a lo largo de la historia del arte es reflejo de cómo su presencia en la sociedad ha ido cambiando, desde permanecer absolutamente ajena a cuanto pasaba a su alrededor hasta su apertura intelectual, ya en pleno siglo XVIII, con aquellas primeras reivindicaciones de sus derechos cuyas voces comenzaron a hablar del concepto de igualdad de sexo, en cualquier caso, la percepción que siempre ha llegado de su esencia ha estado filtrada por la mano del hombre.
Sobre estas líneas, Lucienne Breval, por Ignacio Zuloaga, 1912, óleo sobre lienzo, 191 x 101 cm.
Ese concepto de lo femenino queda así reflejado en la exposición LADIES. 37 mujeres y un pollo con notables ejemplos de diferentes épocas, países y regiones, cada uno con sus propias peculiaridades políticas, sociales y artísticas, de manera que en conjunto configuran un mapa de gran riqueza y diversidad visual que ofrecen una visión perfectamente clara de cómo el rol de la mujer ha cambiado del mismo modo que también lo ha hecho la pintura, desde el expresionismo, simbolismo y art déco, hasta el academicismo, postimpresionismo, realismo ruso, las más recientes expresiones neofigurativas, realismo e hiperrealismo, de la mano de veintidós artistas de diferentes siglos y generaciones.

Ladie, por Julio Vila y Prades, 1915, óleo sobre lienzo, 128,5 x 77 cm.
Desde el retrato de una Magdalena, cuya mirada alzada recuerda a esas formas equilibradas del más puro clasicismo de la escuela francesa, o aquellas antiguas escenas costumbristas de jóvenes huertanas que son usadas para reivindicar el valor de lo tradicional con notables ejemplos de los murcianos Alarcón y Cárceles y Manuel Picolo en la década de 1880, hasta exquisitas escenas de la Belle Époque con un espectacular retrato de Ignacio Zuloaga, junto con la sobria pintura de Anton Gojmir Kos, figura clave del arte esloveno y pionero de la fotografía de su país, o el belga Karel Theunissen, quien durante largo tiempo estuvo pintando con el propio Van Gogh, hasta llegar al siglo XXI con una generación de creadores que ya no ven en la mujer ningún síntoma de inferioridad, la miran con respeto y así la representan; Antonio Lara, Pepe Baena, y Antonio Mateos desde un enfoque más realista, la neofiguración de Sacris y Felipe Alonso, un retrato de Frida Khalo de Pablo SchugurenskyMarcos Rey y Javier Arizabalo cuya maestría y dominio técnico sorprenden por traspasar los límites de la propia realidad, y como punto final las dramáticas figuras casi contorsionistas del granadino Juan Palomares.

Stara Zenska, por Anton Gojmir Kos, 1918, óleo sobre lienzo, 73 x 34 cm.
Obra de Juan Palomares, 2017.
Son treinta y siete retratos de mujeres que ya no necesitan de la sombra de ningún pollo.

Andrea, por Javier Arizabalo, 2019, óleo sobre lienzo, 46 x 46 cm.